La contaminación lumínica que altera el horario no se puede evitar
La comprensión del público sobre la contaminación lumínica está cambiando con el tiempo.
Antes, cuando no había teléfonos móviles, todos decían que ver la televisión dañaba la vista, pero ahora es el móvil el que daña la vista. No podemos decir que ya no vemos la televisión ni usamos el móvil. Muchos fenómenos son el resultado inevitable del desarrollo de una sociedad hasta cierta etapa.
Hay que reconocer que, aunque a diario exigimos eliminar la contaminación lumínica, también sabemos que esto es realmente irreal. Dado que la iluminación nocturna es tendencia, y debido a esta tendencia general, muchas obras de iluminación resultan insatisfactorias e inevitables.
Se están produciendo enormes cambios en los edificios, el medio ambiente y el entorno personal. Por un lado, no podemos negar la conveniencia de estos cambios para nuestras vidas, ni podemos evitar su impacto negativo.
No podemos decir fácilmente que tiene desventajas y por eso ya no lo usamos. Lo que sí podemos hacer es mejorarlo. Por lo tanto, reducir la contaminación lumínica, o incluso evitar sus daños al entorno, es la solución al problema.

El estándar de evaluación de la contaminación lumínica debe adaptarse a los nuevos tiempos
Con la innovación en la tecnología de iluminación, los estándares de evaluación también deben seguir el ritmo de los nuevos tiempos.
En primer lugar, para evaluar la contaminación lumínica, se deben adoptar estándares diferentes a los estándares sensoriales personales. Para el deslumbramiento y la contaminación lumínica, la CIE (Comisión Internacional del Iluminación) cuenta con un estándar, calculado por expertos a partir de una serie de cálculos.
Pero el estándar no significa precisión absoluta.
Los estándares aún deben mantenerse al ritmo de los nuevos tiempos y deben juzgarse en función de diferentes circunstancias, incluida la adaptación del ojo humano, y en función del entorno actual y no del pasado.
De hecho, como diseñador, es fundamental minimizar el deslumbramiento y la contaminación lumínica durante el proceso de diseño. Muchas tecnologías actuales presentan estas condiciones. Ya sea en el diseño del sistema óptico o en el rendimiento de todo el concepto de diseño, existen numerosas maneras de reducirla. Existen numerosos casos de éxito y experiencias que pueden utilizarse como referencia, incluyendo proyectos de colaboración entre diversas agencias de diseño nacionales e internacionales, que también han sido galardonados internacionalmente.
Para solucionar este tipo de deslumbramiento, existen iniciativas muy buenas y creativas, como el concepto de doble frecuencia, la visión 3D a simple vista, el filtrado y la reflexión en materiales ópticos, aspectos técnicos que ya se pueden resolver. Por lo tanto, los diseñadores de iluminación deberían investigar, analizar, evaluar la calidad de un objeto, de una obra, y eliminar las distorsiones profesionales que deberían restaurarse.
En resumen, la contaminación lumínica no se puede evitar, pero sí reducir. Cada época tiene diferentes criterios para evaluarla, pero es indudable que, independientemente de la época, es necesario que el público mejore la concienciación sobre la iluminación. Los diseñadores deben tomar medidas y desarrollar diseños de iluminación respetuosos con el medio ambiente y la salud.
No podemos cambiar muchas tendencias, pero sí podemos adaptarlas y mejorarlas.
Esto está en el MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts tiene un laboratorio llamado Ciudad Percibida.
En el laboratorio, se espera integrar datos mediante la recopilación, expresión y visualización de datos de toda la ciudad. Esto requiere numerosos edificios o instalaciones multimedia como soporte. Simultáneamente, se desarrollan investigaciones ideológicas sobre los derechos del discurso público social, la promoción de la democracia y diversas inquietudes ideológicas que apuntan a cuestiones fundamentales como la ideología de vida y la creación de espacios en la futura ciudad inteligente. Esto se da en el nuevo entorno y constituye un problema fundamental de la humanidad. Se trata de una tendencia internacional. Esta tendencia se da en el nuevo entorno, en la era actual de los medios de comunicación, la era digital y la era del big data, donde proliferan innumerables hongos, o como agua hirviendo, en constante crecimiento. En un estado donde se generan nuevas tecnologías en auge, la evolución y los cambios sociales se transforman día a día, superando con creces los cambios de los últimos siglos, e incluso los de miles de años. En este contexto, como diseñadores, como fuerza impulsora en la creación de espacios arquitectónicos, urbanos y públicos, ¿cómo debemos crear el espíritu del lugar, cómo promover el discurso público propio de la ciudad, la ecología democrática y la personificación de los derechos de los ciudadanos? Por lo tanto, además de prestar atención a la técnica, la tecnología o los detalles del diseño, los diseñadores también deben prestar atención a los cambios sociales, las responsabilidades sociales y la misión del diseñador en la sociedad.
Hora de publicación: 26 de agosto de 2021
